El Cosmos, descrito como un pequeño universo dentro de cada ser vivo
El Cosmos (コスモ, Kosumo?) es la energía que utilizan las personas, la cual les permite generar grandes habilidades. Esta energía tiene su base en los sentidos del ser humano.
El Cosmos puede ser descrito como "la concentración de la fuerza, espíritu y la mente en el punto que uno va a golpear"; otra descripción del mismo es la de aniquilación, separación, o detenimiento de lo átomos de la materia. Por tanto, es considerado como la "naturaleza de la destrucción". El Cosmos de cada ser vivo nace de su conciencia, de sus poderes mentales, de su vida y de sus habilidades, es decir, todo aquellos aspectos que el ser humanos vive y siente habitualmente. También es descrito como "un pequeño universo dentro cada ser". Por eso, en teoría, todas las personas tienen Cosmos, pero los Santos son los únicos que logran aprovechar al máximo este poder, ya que lo canalizan dentro de sus cuerpos.
Un punto característico del Cosmos es el hecho de que por medio de este se puede determinar los sentimientos de una persona, puesto que alguien que haya despertado el uso del mismo puede detectar agresividad, tranquilidad, ira, etcétera, en los individuos. Otra característica es que se hace más fuerte con la "voluntad" o tenacidad de un individuo, por lo que, aunque lo ataquen miles de veces, su fuerza seguirá aumentando debido a su misma determinación hasta que llegue al punto de superar a su rival.
Cuando una persona enciende su Cosmos, este es visible a los ojos de los demás y es percibido por personas sensibles al Cosmos. El campo visual ocupado por el mismo, es una clara expresión del poder de dicha persona. Cuando un Santo muere, esto puede ser sentido por otros Santos, debido a que estos dejan de percibir su energía.
El color de pigmentación del Cosmos depende en un principio de la fuerza y naturaleza de la persona, así como del ejército al que pertenece. En la mayoría de casos el color "natural" del Cosmos de una persona suele coincidir con el color de armadura que porta, mas no es una regla general.
Se ha demostrado que alguien suficientemente poderoso y experimentado es capaz de dejar, consciente o inconscientemente, parte de su Cosmos en algún lugar, objeto e incluso en personas.